¡¡Todo un éxito fue nuestra aventura de dos días el pasado fin de semana!!
Con un record de 26 pilotos participantes, agotándose las inscripciones a casi tan solo dos días de haber sido anunciado.
RESEÑA · WINSTON COLVIN
Nuestra ruta incluyó el túnel “El Árbol“, poderoso imán para pilotos que deseen tener una exigente experiencia Off Road en Big Bikes. Esta fue la quinta vez que como organización afrontamos este exigente e icónico reto. La verdad, es que nos encontramos con el piso de mayor dificultad que nos haya tocado afrontar de todas nuestras ediciones, mayoritariamente compuesto por un ripio de más de 20 cm de espesor, que no dio ni un instante de tregua en casi la totalidad del trayecto de los 1.960 metros de largo del mítico túnel.
Dicen que en los momentos difíciles salen a relucir los peores defectos y las mejores cualidades del ser humano… ¡Debemos felicitarnos! Ya que la hermandad que se siente entre motociclistas, que cuando se cruzan sin conocerse, se saludan identificados por una misma pasión se hizo nuevamente patente en nuestra aventura. Pero, aunque no nos sorprenda, no deja de emocionarnos profundamente sobre todo cuando somos nosotros los receptores de esta muestra de aprecio y camaradería.
Independiente de que los más diestros y mejor dotados técnica y físicamente pudieron cruzar el túnel en mejor forma que otros, los grandes ganadores de este desafío fueron la empatía, la solidaridad y el espíritu de equipo los que se manifiestan espontáneamente cuando se precisa sin que haya necesidad de pedirlo.
En esta aventura desafiamos un agresivo ripio, una copiosa lluvia, resbalosos caminos de tierra con una traicionera greda, sorpresivas trampas de barro y un nutrido tránsito en la carretera. Además, probamos con dudoso resultado, nuestro equipamiento para agua. En fin, ya iremos dando a conocer jugosas anécdotas… pero, para nosotros como Colvin y Colvin, fue todo un éxito porque vimos sus sonrisas, disfrutamos con su entusiasta compañía y recibimos sus mensajes de feliz retorno a casa sin novedad.
Termino con una frase ya repetida pero no menos cierta: “gracias por compartir su tiempo con nosotros y posibilitarnos vivir dos días a plenitud”. Nos vemos en la próxima aventura con la buena HONDA de siempre!
Con afecto,
Equipo Colvin Honda Touring